A Ud. le fue muy bien en estos últimos años: llegó a ahorrar algunos billetes y se compró un auto, modelo 2013 o 2014. ¡Qué bien! ¡Felicitaciones! Y ahora, que ya se dio el gusto del "cero km" ¿pensó en vivir bien dentro de su casa?


No hablo de mudarse, porque en realidad a Ud. le gusta el barrio y pensar en vender y comprar (algo que por estos tiempos es un misterio...) no le cierra económicamente. Hablo de mejorar lo que tiene. De aprovechar mejor los espacios, de agrandar ese lugar que tiene posibilidades o de meterse a fondo con ese cuartito que hace rato que está cerrado y que se podría convertir en una linda sala de multimedia (al fin tendrá lugar para esa TV de chiquicientas pulgadas...)

¿Cómo se hace?, ¿por dónde se empieza?, ¿a quién hay que llamar?... Mmmm, muchas dudas... Acuérdese que Ud. estará invirtiendo nada más ni nada menos que en su confort, el bienestar de los suyos y la felicidad de los que habitan su casa.

A veces, para esto de la de decoración y arreglos en la casa, algunos nos damos maña con algunas cosas, pero la mayoría de las veces no podemos con todo. Necesitamos llamar a los especialistas. ¿Será un arquitecto, un ingeniero o un decorador? Seguramente será uno de ellos, pero lo que es seguro es que no será un constructor (o un albañil) solamente. Ellos saben cómo hacerlo y lo que necesitamos que sepan es QUÉ hacer. Es algo así como pretender que el farmacéutico nos curara con solo darnos un remedio. Es necesario, previamente, visitar al médico especialista, y que sea él quien nos aconseje qué tratamiento seguir y qué remedios tomar (tal vez hasta no haga falta tomar algo).


Es importante entender esto, porque después es tarde para lamentarse. Y si estamos en este mundo para tratar de ser felices, entonces, seamos felices haciendo las cosas bien. Convoque a un especialista para que lo ayude a resolver los problemas de su casa, hacerla más cómoda y funcional, y a la vez ponerla bien linda: a la moda o siguiendo los principios de una decoración tradicional.



Un experto nos escucha atentamente e interpreta nuestros deseos, gustos y sueños. Atiende todas las necesidades del grupo familiar, tratando de ver claramente los estilos de vida de cada integrante, las costumbres, hábitos y gustos particulares. Y sobre todo, cómo hacer para que todos tengan su espacio sin interferir con el resto.

A la vez, cómo posibilitar la reunión de una familia y amigos en momentos especiales. Es difícil esperar que un técnico, usualmente concentrado en los temas constructivos, la calidad de los materiales y los detalles de terminación, se ocupe y preocupe por ese análisis. Y debe ser así: zapatero a su zapato.

Antes que nada, necesitamos la ayuda de alguien que no sea un improvisado, que sepa decirnos QUÉ hacer, que nos dé ideas, que imagine cosas que nosotros no vemos y que piense desde otro lugar.

Cuando hay que arreglar una casa, tenga en cuenta que cada situación que se presenta es única. Muchas veces hay problemas de comunicación, de un lado o de otro.

La solución: dejar las cosas bien claras de entrada. "Esto es así y asá". "El presupuesto es este". Si aparece alguna cosas rara, lo informamos y hacemos una nuevo presupuesto. Nada debe hacerse sin el acuerdo entre el profesional y el cliente. No hay que dejar cosas "supuestas", porque después resulta que nadie lo suponía...


Arreglar una casa o hacerse una casa nueva es todo un tema, ya sea para vivir o para invertir. Los proyectos y las obras modifican por un tiempo nuestra vida. Es como cuando nos vamos de vacaciones. Hay una sensación "rara" que no logramos comprender, y por sobre todo: no podemos entender el "¿Por qué pasó tanto tiempo y todavía esa pared está así?". Está previsto que, tanto en la etapa de proyecto como durante la obra, se generen situaciones muy estresantes. Estar advertido, disminuye considerablemente las tensiones, las angustias y nos coloca en una situación más real.


Tampoco quiero austarlo. Si tiene unos ahorros y le llegó el turno a la casa, dése el gusto de su vida. Viva bien, consulte a los que saben y disfrute del futuro...

Y si cree que podemos ayudarlo, comuníquese con nosotros en Buenos Aires al 4792-2790 ó contáctese a martin@larre.com.ar